Más de 100 millones de estadounidenses viven con dolor constante y buscan soluciones. A principios de este año, los Centros para el Control de Enfermedades (CDC) recomendaron que los prescriptores limiten los opiáceos para la mayoría de las personas con dolor crónico, principalmente porque los datos muestran que no funcionan bien a largo plazo. Los opioides también conllevan riesgos de sobredosis accidental, empeoramiento del dolor, problemas para dormir y cambios hormonales, por lo que siempre es bueno minimizar el uso para reducir los riesgos. Con las diversas restricciones nacionales y estatales sobre los opiáceos, los médicos, prescriptores y pacientes pueden estar preguntándose: ¿y ahora qué para el dolor crónico?
Los proveedores de atención médica y los pacientes han estado buscando -a veces desesperadamente- soluciones accesibles, de bajo costo y no opioides para el dolor crónico. Aquí hay algunos consejos para ayudarlo a comenzar.
(1) Comprenda que el dolor no solo le sucede a usted. Más que nunca, es importante que los pacientes y los proveedores de atención médica comprendan que el dolor no es algo que simplemente "sucede". Si tiene dolor crónico, tiene una afección médica real. Y aún así, a diario participa con su dolor y tiene un papel en si su dolor mejora o empeora.
(2) Aprende sobre el papel de la psicología en el dolor y aprovecha su poder. Cuánto sufres de dolor está fuertemente influenciado por tus pensamientos, emociones, elecciones diarias, ejercicio, nivel de actividad, sueño y estrés, por nombrar solo algunos factores. Prácticamente todos estos factores caen bajo el amplio paraguas de la psicología; los tratamientos que se enfocan en estos factores a menudo se conocen como "medicina del comportamiento".
Puede aprender habilidades de medicina del comportamiento basadas en la evidencia para ayudar a garantizar que sus elecciones diarias se centren en mantener su dolor bajo. Mantener su dolor bajo requiere que usted desempeñe un papel activo en su atención, lo lleve a sentirse mejor y necesite menos medicamentos. Un maravilloso camino para reducir las recetas de opiáceos es capacitarse con la información correcta para autotratar su dolor y vivir una vida mejor.
(3) Evite la trampa de pensar que la medicina del comportamiento no funcionará para usted porque tiene un diagnóstico médico serio. Si bien la aplicación de la medicina del comportamiento no hará que su afección médica simplemente desaparezca, puede reducir en gran medida su impacto en su comodidad y calidad de vida. Mediante la aplicación regular de habilidades que sirven para calmar el sistema nervioso, disminuirá el dolor y la aflicción relacionada, liberando energía para concentrarse en hacer más de lo que amas.
(4) Aproveche los recursos existentes y dirigidos. Los proveedores de atención médica carecen de acceso crítico a la información empaquetada que pueden entregar a sus pacientes en el punto de atención, información que los guiará hacia la comprensión de cómo involucrarse en su propio cuidado y cultivar su poder para controlar el dolor. Del mismo modo, muchas personas con dolor crónico no están seguros de cuáles son los mejores recursos. Estos son recursos recomendados para proveedores de atención médica, personas que viven con dolor crónico y miembros de la familia: