Esta es una copia de la carta del Dr. Hedaya al editor del Wall Street Journal.
16 de abril de 2017, 12:32 p.m. ET
Como psicofarmacólogo que ha trabajado con enfermedades crónicas como la demencia, los trastornos neurodegenerativos y los trastornos psiquiátricos durante más de 35 años, puedo afirmar categóricamente que la razón por la cual la investigación del Alzheimer ha fracasado es la adhesión a un modelo defectuoso. Contrariamente a la afirmación de George Vradenburg y Howard Fillit, no curaremos ni trataremos el Alzheimer con drogas ("La FDA puede declarar la guerra a la enfermedad de Alzheimer", editorial, 5 de abril). Lo lograremos cuando nos centremos en la prevención de los trastornos metabólicos subyacentes que activan las propensiones genéticas. La ciencia básica y la nueva investigación clínica de Dale Bredesen muestran que el Alzheimer es un trastorno que se desarrolla a lo largo de décadas como resultado de inflamación e infección, alteraciones de la regulación de la glucosa, pérdida de soportes tróficos como nutrientes clave y hormonas, acumulación de sustancias tóxicas y cerebro trauma. El Alzheimer se puede prevenir y el deterioro cognitivo leve se puede revertir abordando estos factores en individuos en riesgo. La ciencia ha superado el enfoque de "una píldora por cada enfermedad". Vamos a abandonar ese modelo fallido.