Algunos niños crecen creyendo que los síntomas de enfermedades mentales que se evidencian en un comportamiento parental errático e irracional son "normales" si no tienen puntos de referencia externos fácilmente accesibles. Otros niños, que pueden pasar tiempo en hogares en los que los padres funcionan bien y la jerarquía familiar está en su lugar en una estructura "típica", pueden reconocer que su familia no es tan "normal" como otras familias y que pueden buscar maneras de pasar tiempo en las casas de sus amigos. Algunos niños pueden asumir los comportamientos y creencias de sus padres psicológicamente afligidos y representar los síntomas ellos mismos. En las familias donde los síntomas de los padres son el pegamento que mantiene unida a la familia, los niños permitirán al padre con una enfermedad mental y harán lo que sea necesario para evitar que el sistema defectuoso avance. Salir de casa lo más pronto posible es un objetivo que algunos niños trabajan arduamente para lograrlo: pueden ver lo que es "normal" y lo que no es "normal" y están desesperados por escapar del sistema familiar desequilibrado e insalubre en el que se sienten atrapados.
Incluso en la edad adulta, discutir la enfermedad mental en la familia puede ser difícil. Algunos hermanos prefieren permanecer en silencio sobre el diagnóstico de un ser querido, mientras que otros pueden sentir la necesidad de compartir sus experiencias entre ellos y finalmente hablar abiertamente sobre un tema prohibido. Las sugerencias para abordar este tema incluyen lo siguiente:
Tratar de fingir que la enfermedad mental de un padre no existe o no afectó su niñez, cuando usted sufre las mismas cicatrices psicológicas y emocionales y en las relaciones, no le quitará el poder del pasado para afectar negativamente su futuro. Enfrentar la verdad es difícil, pero puede abrir nuevos pasajes hacia la honestidad y las comunicaciones auténticas.