Hora. A pesar de toda la planificación, programación y multitarea, para muchos de nosotros nunca parece haber suficiente. Planear una agenda diaria durante nuestro viaje al trabajo por la mañana, pagar nuestras facturas en línea mientras pasea a un perro, y verificar las noticias y responder a los correos electrónicos durante la práctica de fútbol infantil es la nueva norma en nuestra sociedad. Corremos sin parar durante todo el día, dividiendo nuestra atención entre millones de cosas, revisando constantemente nuestros relojes y luchando por más tiempo. Todos los días se siente como una larga hora punta.
¡Solo mira qué tan rápido la gente conduce estos días! Tantos conductores van de 40 a 45 mph en una zona de 30 mph sin pestañear, uno podría preguntarse si las señales de límite de velocidad son más una sugerencia que una ley estatal. En la búsqueda de más tiempo en un día, nos apresuramos en todas partes, a menudo por costumbre, presionando el acelerador un poco demasiado, incluso cuando no hay ningún problema o emergencia que requiera nuestra atención inmediata. El tráfico diario es una de las cosas que más exaspera a las personas estos días. Moverse despacio es equivalente a perder el tiempo para mucha gente ocupada, y muchos conductores tienden a perder la calma rápidamente, sonar sus cuernos y gritar maldiciones a la persona que tienen delante, cuando están atrapados en una corriente de tráfico pesado. Toda esa irritación e ira no hace que los autos se muevan más rápido o nos ayudan a llegar a nuestro próximo destino más pronto; sin embargo, agregan más estrés a nuestras ya estresantes vidas.
¿Alguna vez nos paramos siquiera a preguntarnos por qué corremos de un lugar a otro y verificamos las cosas en las listas de "cosas por hacer"? Nuestra mentalidad enfocada en el futuro y la gran necesidad de llegar rápido y hacer todo lo que podemos una vez que estamos allí no son solo experiencias únicas, sino que se han arraigado profundamente en nuestra cultura. La cultura que celebra a sus talentosos y ambiciosos voladores, la cultura que sigue devotamente al credo del "tiempo es dinero", la cultura en la que se espera que el crecimiento, el desarrollo y el progreso ocurran en un abrir y cerrar de ojos.
La tecnología, que una vez se esperaba que nos diera más tiempo, parece robarnos a nosotros también. Ha creado muchas distracciones y trampas de tiempo que desperdician gran parte de nuestro tiempo. La proliferación de Internet y la World Wide Web ha puesto una gran cantidad de información en la punta de nuestros dedos, abrió innumerables oportunidades y creó millones de opciones para que podamos evaluar y considerar a diario. ¿Quién realmente puede terminar de leer todas las publicaciones en su feed de Facebook o verificar todas sus actualizaciones de Instagram?
Aunque no todo es malo. La capacidad de realizar múltiples tareas es una habilidad esencial que tiene mucha demanda en el mundo ocupado de hoy. Pero la investigación muestra que la multitarea crónica no siempre conduce al uso más efectivo del tiempo, y de hecho a veces crea más errores. El impacto emocional también es grande: la impaciencia y el mal genio que hemos asumido pueden causarnos estrés adicional y poner en peligro nuestro bienestar físico y mental: el estrés crónico se ha relacionado desde hace tiempo con la pérdida de atención, la presión arterial elevada y el aumento riesgo de ataque al corazón
Si desea reducir la velocidad y recuperar algo de su vida en medio de la prisa que lo rodea, considere probar uno (o más) de estos cinco enfoques: