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¿Te pasa la vida? ¿O haces que la vida suceda?
Imagina que acabas de volver a casa del trabajo. Sale de su auto y le pregunto cómo fue el viaje. Probablemente no recordará cuántas veces cambió de carril o se detuvo en un semáforo, ¿verdad? Pero llegaste a casa seguro a pesar de todo.
Cuando vivimos en piloto automático, se siente como si alguien más estuviera manejando, no nosotros.
Nuestros cerebros han desarrollado un sistema de toma de decisiones inconsciente para que podamos encargarnos de las tareas de rutina. Nos impide sobrecargarnos. Sin embargo, la vida moderna ha secuestrado nuestras vidas: el mecanismo que se supone que nos protege es desvincularnos de la vida.
De acuerdo con esta investigación, el 96% de las personas admite haber tomado la mayoría de las decisiones sobre el piloto automático: se ha convertido en una epidemia. Nuestras mentes están vagando alrededor la mayor parte del tiempo.
Según el estudio, estamos viviendo en piloto automático en el lugar donde debemos prestar la mayor atención: nuestra casa. Las personas toman decisiones, como qué comer, qué ver en la televisión o qué ponerse, sin pensar en nada.
La profesora Renata Salecl, una de las colaboradoras del estudio, lo dice mejor: “Estamos olvidando que cuando estamos en casa, lo importante es interactuar con familiares y amigos, sin distraernos constantemente”.
La mayoría de las personas no pueden recordar lo que vieron en la televisión: investigaciones adicionales muestran que la observación de atracones disminuye la memoria y la comprensión percibida.
¿Que pasa contigo?
Cinco señales de que vives en piloto automático
1. Su rutina es predecible: su calendario está lleno de actividades repetitivas y usted sigue su plan sin pensar. No hay espacio para la improvisación o cambios de última hora.
2. Usted está complaciendo a los demás: deja que las expectativas de otras personas definan sus elecciones. No estás prestando atención a lo que necesitas.
3. Siempre estás encendido, nunca te detienes a reflexionar sobre cómo te sientes o qué estás haciendo. Estás ocupado, distraído, o ambos.
4. Sientes que el tiempo vuela, no puedes recordar lo que hiciste a lo largo del día. Te sientes culpable, como si no hubieras logrado mucho.
5. Crees que te estás perdiendo, sabes que puedes tener más alegría, pero no puedes evitar vagar por ahí.
Un ejercicio que me gusta facilitar para ayudar a las personas a reconectarse con el propósito de su vida es la meditación del yo del futuro: los participantes viajan al futuro para visitarse a sí mismos uno, tres, cinco y diez años a partir de ahora. El objetivo es conectarse con sus sueños y deseos y comprender cómo lograron alcanzarlos. Para mi sorpresa, a muchas personas les resulta difícil proyectar hacia el futuro: están tan desconectadas del presente que no pueden soñar.
Vivir en piloto automático nos desengancha tanto de nuestro presente como de nuestro futuro.
Piloto automático no es la única opción de conducción
Vivir en piloto automático significa inclinarse hacia el modo de pensamiento más cómodo. Pero tenemos dos; Debemos aprender a usar ambos.
Aunque el Sistema 1 y el Sistema 2 han existido durante bastante tiempo, fue el libro del Profesor Daniel Kahneman, ganador del Premio Nobel, Pensando, Rápido y Lento, lo que los convirtió en la corriente principal.
“Sistema 1” es una forma de pensar automática, rápida e inconsciente: es nuestro piloto automático. Este sistema es autónomo y eficiente, aunque también es engañoso. Es más propenso a sesgos y errores repetitivos.
El “Sistema 2” es lento, consciente y con mucho esfuerzo; requiere atención y energía. Es más confiable y puede filtrar los juicios erróneos del Sistema 1.
Fuente: Gustavo Razzetti / Liberacionista.
El cerebro es perezoso , por eso se inclina hacia el Sistema 1. Debemos ser conscientes y entrenar nuestra mente para evitar vivir en piloto automático.
No es que un modo sea mejor que el otro: el secreto está en usar ambos de manera equilibrada.
El sistema 1 es ideal para decisiones rápidas, basado en poca información. Cuando está conduciendo su automóvil o lavando la ropa, no necesita pensar demasiado. Sin embargo, no lo usaría para tomar decisiones de vida más importantes, como su carrera, qué casa comprar o con quién casarse.
El sistema 2 es ideal para manejar actividades mentales más complejas, como el razonamiento lógico, el manejo de relaciones interpersonales, el aprendizaje de nuevas cosas y la construcción de hábitos. Puede ayudarte a apagar el piloto automático.
Entonces, ¿por qué debería importarte?
Vuelve al asiento del conductor
Estar en piloto automático tiene sus beneficios para actividades mundanas, como conducir o ir de compras. Sin embargo, comportarse con intencionalidad es vital cuando debe pensar en una situación, problema o dilema.
Elegir qué sistema usar es como volver al asiento del conductor: usted decide cuándo conducir en piloto automático y cuándo no.
Es más cómodo dejar que te pase la vida que hacer que suceda. Pero si tu piloto automático está siempre encendido, simplemente estás existiendo, no viviendo.
Aquí hay algunos consejos para que comiences.
1. Observe cómo conduce.
Aumenta la conciencia de tu comportamiento. ¿Vives en piloto automático porque quieres o porque simplemente sucede? ¿Cómo afecta a tus decisiones? ¿Está tomando decisiones o simplemente deja que su piloto automático elija qué espectáculo ve o qué comida come? Escriba un diario o tome notas para aumentar la conciencia y desafiar su comportamiento. Se paciente. Lleva tiempo recuperar el control de tu vida.
2. Configure su GPS.
¿Cuál es tu destino final en la vida? Como quieres ser recordado? Como dice el dicho, “Elija algo por lo que valga la pena morir y viva para ello”. El propósito de su vida debe guiar e inspirar sus acciones. Cuando sepa cuál es su destino final, es más fácil evitar los atajos o las carreteras que no lo llevarán a ninguna parte. Mantener su propósito presente traerá más intención a sus actividades diarias.
3. Dale sentido a tus rutinas.
No hay nada de malo en usar su piloto automático, el problema es cuando se convierte en el sistema de conducción de su elección. Los hábitos impulsan el enfoque y la eficiencia. Sin embargo, deben estar conectados con el propósito y los objetivos de su vida. No dejes que tus rutinas dicten cómo vives; Trae más atención a las tareas diarias.
4. Detente y reflexiona.
Cuando se presionan los frenos, el piloto automático se apaga. Una pausa es más que reducir la velocidad, está creando espacio para comenzar a prestar atención. Puedes reflexionar sobre tu vida. ¿Qué te gusta? ¿Estás disfrutando de lo que estás haciendo? ¿Que esta pasando? ¿Estás enfocado o distraído? ¿Por qué? Somos prisioneros de nuestras mentes ocupadas; hacer una pausa te hace libre.
5. Ir más allá de su zona de confort.
Cuando vivimos en piloto automático, dejamos de desafiarnos a nosotros mismos: terminas aburrido y repitiéndose. La incomodidad es una puerta para el descubrimiento y crecimiento personal. El aprendizaje sucede cuando te extiendes más allá de tu zona de confort. Pon a prueba tus límites. Probar cosas nuevas. Desarrolle la práctica de traer nuevas experiencias a su vida, no necesita saltar en paracaídas para sentirse vivo.
6. Tomar mejores decisiones.
Para cosas simples, siga su instinto (Sistema 1). Sin embargo, si su instinto no es seguro, piénselo bien. Evite sesgos cognitivos: desafíe la primera solución que se le ocurra. Recuerde, su cerebro perezoso saltará a la conclusión más cómoda, no a la mejor. Por último, para las decisiones importantes, siempre piensa en ellas.
Comparte tu historia. Como conduces
Referencias
Piloto automático de Gran Bretaña: Dr. Mark Williamson y profesor Renata Salecl Informe técnico: Marks and Spencer